Reconstrucción Mamaria

¿Qué es una reconstrucción mamaria y cuál es su objetivo?

La reconstrucción mamaria es un proceso que puede implicar dos o más cirugías y cuyo objetivo es minimizar el impacto psicológico que implica la mastectomía (o sea la remoción de una mama). La reconstrucción mamaria no busca restaurar exactamente la mama extirpada, esto no es posible, pero sí busca restaurar un volumen, una forma y una simetría con respeto a la mama contra lateral, de modo que la mujer pueda desarrollar su vida con la mayor normalidad posible, y sin que esto afecte su vida afectiva, social o recreativa.

¿En qué situaciones puede llegarse a la necesidad de una reconstrucción mamaria?

Toda mujer que ha sido sometida o será sometida a una mastectomía, y exprese su deseo, tiene el derecho de recibir una reconstrucción mamaria, siempre y cuando no existan contraindicaciones. La reconstrucción mamaria puede realizarse en el mismo momento de la mastectomía (reconstrucción mamaria inmediata) o luego de un período determinado, que puede ser de 1 a 2 años (reconstrucción mamaria diferida). En ciertas circunstancias particulares, ya sea por requerir tratamientos post operatorios más intensos o bien por que la paciente así lo prefiere, la reconstrucción mamaria se puede realizar en forma diferida.

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¿Qué es la expansión cutánea? ¿Cuándo y para qué se realiza?

Una de las técnicas de reconstrucción más utilizadas es a través de un expansor tisular. Luego de la mastectomía (en la que se extrae la glándula mamaria y también la piel que la recubre), si no se “trae” tejido de otro lugar del cuerpo, se puede colocar un dispositivo llamado expansor tisular que, básicamente, es un implante siliconado vacío y con un mecanismo valvular, que permite luego de la cirugía ir aplicando paulatinamente solución salina hasta llegar al volumen necesario. En una segunda cirugía se reemplaza este expansor por otra prótesis de gel de silicona definitiva. También existen expansores definitivos, que tienen una cámara anterior con gel de silicona, y una cámara posterior que es la que se expande para dar el volumen, pero dado los modestos resultados que aporta, estos implantes son poco utilizados. En algunas circunstancias particulares puede ser de utilidad la extracción e inyección del propio tejido adiposo de la mujer en el lugar de la mastectomía, como procedimiento previo a la colocación del expansor (por ejemplo en mujeres ya mastectomizadas y que recibieron radioterapia).

¿En qué casos se opta por utilizar implantes y en cuáles tejidos autólogos? ¿Pueden combinarse ambas alternativas?

Cuando localmente no se puede poner un implante, ya que los tejidos locales (piel y cicatriz de la mastectomía) están muy sufridos o no alcanzan para cubrir adecuadamente un implante, puede ser necesario realizar una reconstrucción mamaria con tejidos autólogos o mediante la combinación de ambos.

¿Qué tejidos se utilizan cuando la reconstrucción se realiza con tejidos de la propia paciente?

El más utilizado es la piel y el tejido adiposo que se encuentra por debajo del ombligo, el famoso “rollito”. Acá también existen distintas variantes técnicas, algunas más sofisticadas que otras (como la utilización de microscopio para unir vasos sanguíneos) pero que pueden aportar mejores resultados con menor agresión al abdomen. Otra opción es traer tejido de la espalda, pero dado que no aporta mucho volumen, usualmente requiere que se coloque un implante por detrás, un expansor o prótesis definitiva.

¿Es posible reconstruir el pezón? ¿Cómo?

Por supuesto. Se reconstruye el pezón y la areola. El pezón se puede reconstruir con los tejidos locales, elevándolos parcialmente y dando el relieve necesario, o bien por medio del injerto de tejidos de otras áreas del cuerpo (lo más utilizado es una porción del pezón contra lateral, o labio menor de la vulva). La areola se reconstruye a través de tatuajes específicos.

¿De qué factores dependen los buenos resultados de la reconstrucción mamaria?

Depende de las condiciones de la paciente, el tamaño de la mama que haya que reconstruir, si existen antecedentes de radioterapia. También depende de la experiencia del equipo médico tratante. Es importante buscar evitar complicaciones post operatorias, ya que estas dificultarán luego obtener buenos resultados. Existen distintas marcas de expansores, con distinta forma y calidad. Existen diversos implantes protésicos, de forma anatómica o redondeada, y de diversos tamaños. Pero de todo esto, lo que más se relaciona con la probabilidad de obtener un buen resultado es la experiencia del cirujano tratante.

¿Qué rol juega la reconstrucción mamaria en el bienestar emocional de la paciente?

Es fundamental, ya que ayuda a mitigar los efectos de la mastectomía. Una mastectomía es vivida por la mujer como una mutilación, despertando sentimientos de baja autoestima, miedo a la muerte, etc. También se ve alterada su vida afectiva, muchas veces por que la propia mujer no quiere que la vean así. Se dificulta la vida social, poder vestirse con naturalidad, hacer deporte, etc.

¿Cuáles pacientes son buenas candidatas para una reconstrucción mamaria y cuáles no lo son?

Toda mujer que exprese su deseo de hacerlo, puede recibir algún tipo de procedimiento de reconstrucción mamaria. Existen circunstancias en las que será mejor realizarla en forma diferida a la mastectomía. Es importante que una mujer sepa qué es lo que la reconstrucción mamaria le va a dar, que las expectativas sean reales y no ofrecer resultados que luego no se lograrán.

¿Cuáles son los riesgos o posibles complicaciones de una reconstrucción mamaria?

Dependen del método utilizado. Sin tener en cuenta la posibilidad de resultados poco satisfactorios, cuando se utilizan implantes (expansores o prótesis) y luego sobreviene una infección del mismo, es factible que éste se pierda y sea necesario diferir la reconstrucción mamaria para una etapa posterior. Cuando se utilizan colgajos o tejidos autólogos, podría ocurrir que estos se desvitalicen (necrosis) y también se pierdan, ya sea en forma total o parcial.

¿Cómo es el postoperatorio?

El postoperatorio de la colocación de implantes es más corto que el de los tejidos autólogos. No obstante, con las medidas actuales y los analgésicos habituales, la mujer no tiene que sufrir dolor, más allá de las molestias lógicas. Siempre se recomienda no realizar actividades físicas o laborales durante las primeras semanas posteriores a la intervención quirúrgica.